Frases para abrir boca:
La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo.
Montesquieu (1689-1755) Escritor y político francés.
Voz del pueblo, voz del cielo.
Refrán
La ventaja de la democracia sobre las demás formas de gobierno es que no hay en la democracia una casta interesada en sofocar el pensamiento para que no se la discuta.
Ramiro de Maeztu (1875-1936) Escritor español.
Ésta última, claro está, con mucha retranca.
Tal cual aparece en los telefilmes la historia que aquí narro es brutalmente verídica. Únicamente tuve que deformar algunos aspectos para que no se reconozcan sus protagonistas, a los cuales, pido disculpas de antemano…
¿Por qué será que las historias de este pelaje siempre discurren en despachos a media luz? Será cosa de la intimidad que transforma nuestra apreciación sobre la realidad. Son estancias amuebladas de roble y forradas por libros sesudos, como si la madera y el papel reforzasen la contundencia de aquello que se presenta en su seno. Fue allí donde escuché aquel concepto por primera vez, “GaaS”, de resultas de uno de mis viajes relámpago, husmeando cualquier gran negocio por explotar en breve…. Esta vez fue en una de las nuevas cátedras de tecnopolítica y de ciberorganización en Harvard y mi contraparte era un sapientísimo decano, un viejo expatriado español, huido hacía una década de la crisis perenne y del deterioro de la preponderancia europea a manos de tribus asiáticas. Por lo que nos había propuesto en su correo electrónico pretendía ofrecernos algo realmente fresco, algo muy serio… Las cifras que apuntaba en su bussines plan fueron brutales, y por eso nos interesó, sobre todo por su rápida implantación en el mercado del sur de Europa, los en otro hora llamados países PIGS (http://es.wikipedia.org/wiki/PIGS). Y la coyuntura, la más propicia para realizar un primer piloto sería, según su equipo de trabajo, en la península ibérica, y más concretamente, en nuestra España.
Platón, Ortega y Gasset hablaron del gobierno de los mejores. Henry David Thoreau (http://es.wikiquote.org/wiki/Henry_David_Thoreau), parafraseando a Thomas Jefferson (http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Jefferson), creía de que el mejor gobierno posible es el que menos nos gobierna. Pero aquel el decano lo explicitó con un vocablo radicalmente novedoso, innovación pura de algo que jamás habíamos explorado hasta ahora: “Government as a Service”, he aquí el poder de la tecnología y del outsourcing de los gobiernos occidentales.
-Escucha hijo, es bien fácil. Las empresas licitan en base a contratos meticulosos, contratos de cientos de páginas cuajadas por cláusulas hiperprotectoras, SLA (Service Level Agreement o Acuerdos de Nivel de Servicio http://es.wikipedia.org/wiki/Acuerdo_de_nivel_de_servicio), descripciones sesudas, detalladas hasta lo indecible. Llenas de garantías, responsabilidades trasladadas a las partes que no cumplen, declaraciones de conformidad, fianzas, duraciones tácitas y prórrogas. Hasta los ciudadanos firmamos interminables contratos con nuestros seguros médicos, en nuestras tarjetas… pero… ¿qué firman los que nos gobiernan con nosotros?
Sacudí mis hombros y sonreí tontamente. Respondí titubeante para ganar algún tiempo.
-…Nada, eso creo…
-Exacto. Tan solo realizan promesas sin ningún valor o carga contractual. Sin riesgo o penalidad por la mentira o la picardía o tal vez la diablura incumplible a sabiendas o no. Y los resultados son visibles. Buscan como seducir nuestros oídos y una vez con la sopa boba… si te he visto no me acuerdo. Ante su mala praxis no podemos romper su contrato, no podemos despedirles, no podemos denunciarles, no podemos cesarles, apenas y solo tras largos devaneos juzgarles. Tampoco valorar los resultados de su gestión, no existe una herramienta tecnológica para ejercer una ciudadanía más directa y participativa. Por eso este tipo de contratos no son posibles… he pensado durante largo tiempo… ejem… Por eso propongo un nuevo modelo de gestión, un “outsourcing” integral del gobierno, quiero decir de nuestra cúpula de poder. Sí, porque necesitamos profesionales que nos gobiernen, experimentados, éticos, hombres que avalen con su gestión pasada los resultados. Como sucede cada vez más en las empresas… una democracia bien gestionada y no secuestrada.
Solté una carcajada. Pensé si aquel hombre me vacilaba o se reía de nosotros. Había cruzado el Atlántico, había madrugado y desorganizado mi agenda para escuchar aquella insensata estupidez…
-No le entiendo, disculpe… -fruncí el ceño, parcialmente confuso. El decano hizo caso omiso a mi expresión y continuó su diatriba.
-Votamos a los partidos, a sus listas y programas, que no son sino una simplona construcción de nuestros deseos. Pero sin herramientas para su ejecución y contraste. Lo que queremos es más o menos lo mismo: prosperidad y seguridad, eficacia para dirigir nuestros países. Que se paguen nuestras pensiones. Que la deuda no crezca y atenace nuestro futuro. Que sigan abiertos los hospitales. Que se creen más y más empresas. Que tengamos una educación que nos haga mejor personas y personas más empleables en el futuro.
-Sí, en eso estoy de acuerdo. Pero que tiene que ver todo esto con el GaaS –había apuntado el nemónico mentalmente pues intuía que pronto habría de manejarlo con soltura
-Mucho. Te pregunto: ¿Qué diferencia los países atrasados de aquellos prósperos?
-Mmmmmmmmmm. Me imagino que lo has pensando y es parte de nuestra entrevista y por lo que desea vernos…
-Sí,… chico listo… sus gobernantes y sus resultados. Su capacidad de asumir retos, su emprendimiento para exigir esfuerzos siendo ellos mismos referente. Y cuando tus gobernantes no son capaces de hacerlo bien… lo mejor es buscar otros nuevos… sea donde sea. Y justo la democracia radica en esto, en que nos gobiernen los mejores pero que podamos revocar siempre su mandato si se exceden o lo incumplen y limitarlo en tiempo y forma. Y si es necesario traerlos de fuera… emplearlos evidentemente como servidores a cargo de los ciudadanos. Por eso lo llamo Goverment as a Service. Un gobierno subcontratado. No nos importa que sean de aquí o allá, salvo que sean eficaces y justos, e igualmente que importamos petróleo o tecnología, podemos importar equipos de gestores para nuestros gobiernos. Todo bajo contrato.
Me hubiera ido al instante. Dicen que son malas ideas aquellas que no pudieras contar en más 15 segundos … y este “elevator pitch” había definitivamente acabado. Debía regresar. No podía escuchar soberano galimatías. Me levanté y él hizo un ademán cortés. Tomó de la mesa un sobre y me lo entregó.
-Entiendo hijo vuestras dudas. Llévese de todas formas esto.
Dentro había una carpetilla, un brochure insensato. Sonreí como pude y me marché. Tomé un taxi. Boston está precioso en otoño. El color rojo incendia los parques. Quizás aquel viejo loco estuviera contagiado por aquella belleza aparentemente sosegada o por el neocapitalistmo brutal de los States. Mantuve un riguroso silencio hasta embarcar en el avión. Intenté hacerme un hueco de silencio para la reflexión. Mi acompañante de asiento era, casualmente, otro compatriota. Un tipo cortés, me dijo que se llamaba no sé que de Roberto y que trabajaba en una multinacional. No paró de describir en el largo vuelo la situación actual como dramática, insostenible, carente de lógica. Habló de la corrupción, de la falta de escrúpulos, de la mentira, de la avaricia, de la apatía constitucional. Luego mencionó Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia. Gobiernos sabios, experimentados, prósperos, cuyos gobernantes eran trabajadores incansables en pos de la prosperidad de todos sus ciudadanos. Un pueblo abierto a una democracia mucho más participativa y tecnófila.
Fascinado y en un rapto de irreflexión le expliqué la idea con pelos y señales. Quizás me tomase por un loco con esto del GaaS pero abrió los ojos y tan solo preguntó:
-¿Cuánto costaría contratarlos?
-¿A quién?
-Quiero decir, a los nuevos equipos de gobierno. ¿Cuánto nos valdría el GaaS a nuestro país?
Le expliqué que existen varios modelos. Uno de ellos podría ser completamente variable, en función de los ahorros conseguidos para el país (el control sobre la deuda) y de la valoración de los ciudadanos sobre los resultados obtenidos en términos de su satisfacción y para aquellos aspectos no mesurables directamente. Algo así como un examen y una votación que valorase la calidad de su gobierno. Le dije que la tecnología podría ayudar bastante, es más, sería un elemento diferencial, puesto que muchos de los nuevos servicios se ofrecerían a través de portales experimentados, algo así un modelo “open-government” generalizado…
Ríanse. Si hubiera dependido todo de aquel ciudadano habría sido la venta más rápida de toda mi vida. Me dijo que aquella idea era un sueño desquiciado pero que no obstante tenía sus dosis de realismo. Y dijo:
-Realmente el poder corrompe a cualquiera. Tras dos mandatos al frente del él el seso se nos ha hecho aguas. Todo consiste, creo, en saber gestionar el cambio, en controlar que nuestros gobiernos operen escrupulosamente bajo el mandato del ciudadano. Y quizás que se sientan, en la mayor medida posible como asalariados, es decir, que ejerzan su servicio bajo el peso… de un contrato…
Fue un viaje muy divertido pues aquel viajero y yo ensoñamos e imaginamos un país sabio y próspero. Sé que el GaaS, de ponerse en práctica, transformaría nuestra sociedad. Seguramente necesite de una población más sabia en términos democráticos, una población ajena al concepto de derecha o de izquierda, una población que vea el futuro como una oportunidad y a los partidos políticos como unos meros ejecutores del futuro común de nuestra sociedad.
Desde entonces no creo en las ideologías y creo firmemente en el GaaS. No creo en representantes que nos adoctrinan, o en democracia indirecta y desligada de la realidad. Creo en la votación directa y en servidores que no representan nuestros intereses, en aquellos que sencillamente los hacen realidad y los ejecutan con ética y sabiduría.
¡Larga vida al GaaS! cualesquiera implementación que mi excéntrico decano haya finalmente decidido!¡Lancemos una campaña ciudadana de crowdfunding!¡Financiemos así su quijotesca línea de investigación innovadora!¡Vivan los venideros y prósperos doctorandos y protosabios del GaaS y sea terciado así este dislate!
Muy buena entrada y mejores aún las ideas que contiene.
¿Dónde hay que apuntarse? Sin duda difundír la esencia de ese GaaS es lo que habría que hacer contra viento y marea….. Gracias por la aportación.
Muy muy interesante y además oportuno, ojalá llegue a quienes tienen que gobernar, ¿o no? bueno mejor que no, mejor que llegue a lo que tienen que votar ….