ALGUNAS RELACIONES ENTRE EL DINERO Y EL FRÍO

>En este gran poema de Luís Rosales, “ALGUNAS RELACIONES ENTRE EL DINERO Y EL FRÍO”, siempre he encontrado muchas verdades reveladas. Lo leí por primera vez de chico, aunque luego perdí su pista durante años, hasta que hace una década, más o menos, me lo topé por fin, sin querer, en esta pequeña obra maestra: DIARIO DE UNA RESURECCIÓN (Fondo de Cultura Económica – ISBN 84-375-0162-8). Es uno de mis libros de culto de poesía. Como era de esperar, arrancado de entre los cajones y olvidado en un puesto de la Feria del Libro de Ocasión de Valladolid.

Ah, perdonen por no haber presentado antes a mi poeta: Aquí Rosales, aquí mis compañeros y amigos lectores que acompañan el vuelo de mi lechuza.

Imagino que será conocido por Vds. Para los que no, no pierdan más su tiempo (que no su dinero), cuelguen teléfonos, lleguen tarde a sus citas, como yo estoy llegando para teclearlo, y no se metan hoy en la cama sin dar un par de vueltas al asunto.

Pero lean, lean…

EL DINERO SE PAGA,
hay personas que tienen millones como hay ballenas que tienen tos
porque nunca salieron del Polo,
y son sietemesinas a la chita callando,
y no saben qué hacer con el dinero,
y no saben qué hacer con el frío,
pues el dinero es acromegalítico
y a veces hace crecer tanto
que se han visto ballenas que son mayores que una ciudad,
ballenas millonarias,
que no dejan dormir a nadie con su sola respiración en diez kilómetros a la redonda,
y esto es lo grave
ya que lo marineros suelen decir que quien las oye respirar por la mañana queda cesante un año,
y quien las oye respirar por la noche
se queda tramitado y ya no vuelve a recobrar el uso de ser hombre.

EL DINERO SÓLO ES DINERO CUANDO SE GASTA,
dicen los libros y los niños,
y este principio puede vacunarnos
ya que el dinero acumulado suele tener consecuencias muy perniciosas:
distancia al hombre de sí mismo,
le da poder incomunicativo de expresar su agradecimiento con un cheque,
le entumece los pies alucinándolo,
y en esto se parecen el dinero y el frío.
Tendríamos que aprenderlo para hacer palmas con las orejas,
ya que el dinero, como si fuera un espejismo,
que no lo es,
todo lo hace posible,
todo lo hace posible, y al mismo tiempo sucedáneo,
y tiene tanta fuerza que puede trasladar un monte o destruir una ciudad,

pero no puede dar una alegría,
sólo brinda satisfacciones,
satisfacciones retaceadas, pluscuamperfectos, convergentes,
que año tras año
dejan su anonimato sobre el rostro
igual que la sonrisa se congela en la boca del muerto.
El dinero ha perdido la inocencia,
si es que la tuvo alguna vez,
por tanto,
cuando llegue el momento en que una hora vale más que un vida,
solo debe importarte
distinguir claramente entre tener satisfacciones y tener alegrías,
esta es la clave de vivir,
no hay otra,
puesto que el alquiler de las ballenas suele durar un año,
el alquiler de las mujeres suele durar dos meses
y el alquiler de los políticos suele durar el tiempo que se tarda en hacer una arma.

Y
es cierto,
desde luego,
y contraproducente,
que la riqueza nos convence de todo, pues tiene arcángeles reumáticos
que pueden conseguirnos hasta las olas en que el año pasado nos bañamos,
además,
es idolatra
y crea de vez en cuando un nuevo Dios que no nos sirve para nada,
pues no basta hacer dioses, es necesario creer en ellos,
y la facilidad es descreída,
no lo olvides,
ya que nos dice la experiencia que quien consigue cuanto quiere,
suele tener un aborto de corazón,
y le sobra la vida,
y ya no sabe que hacer con ella.

DICE LOS DIPUTADOS QUE LOS MUERTOS TIENEN CONVERSACIONES ADMIRABLES;
las ballenas se convierten en islas;
hay olivos, hormigas, enfermedades súbitas,
libros que se han escrito de pie,
pueblos desmoronándose
y cantantes
demasiados cantantes que siempre están protestando de algo.
Sí,
es cierto,
ya sabemos que hay cosas muy distintas:
dividendos,
gobiernos insepultos sobre todo en España,
castraciones,
desperdicios y esperanza de mejorar,
amores transitivos e intransitivos,
y besos que se dan a noventa días como letras de cambio
donde no se tramita la saliva,
y siempre son el mismo beso hereditario,
la misma ruina tenacísima
y desde luego el mismo frío aglutinado y uniforme
que llega hasta nosotros desde los cuatro puntos cardinales.
Y es curioso observar que con el frío,
llega también un día
en que es preciso que vayamos al Banco para pedir prestada una peseta
y entonces cae sobre nosotros lo que algunos filósofos llaman la nevada del pobre
y buscamos el Banco entre la lluvia y la nevisca a la buena de Dios,
y empezamos a andar cada vez más atónitos,
más ateridos,
y cuando arrecia la tormenta
queremos esperar pero no queda tiempo,
queremos resguardarnos pero no quedan árboles
porque algún industrial ha convertido el bosque en palillos de dientes,
y cada vez está más claro que en torno nuestro sólo hay nieve,
nieve caída y manufacturada,
nieve monosilábica y cayendo,
y seguimos andando durante toda nuestra vida para encontrar el Banco,
pero andamos cada vez con más frío,
con más impedimento y poquedad,
y al fin tropiezas en tus pies,
y caes,
y vuelves a caer
hasta que no puedes levantarte,
y te quedas quietecito y sabiendo
que la nieve interior es más fría que la nieve exterior,
y en torno tuyo la soledad se convierte en un crimen,
y todo es cielo y una sola nube,
y todo es nieve y una misma nieve
cuando ya el cuerpo te amortaja y te viste de muerto,
y al contraerte tienes un vómito que se hiela al contacto del aire
y se queda colgado, como una barba amarillenta, sobre el rostro,

y comprendes que ya no puede sucederte nada
pues has llegado al éxtasis y sólo vives para ti,
el cuerpo ha decretado tu expulsión,
y te rellena,
pero de afuera a adentro,
mientras la vida se repliega, se sume, par-pa-dea
hasta que sólo queda en ti una oscura conciencia prenatal,
y no sabes que has muerto porque empiezas a ser feliz,
y la nieve va cubriéndote sin ver la luz…

y es tan dulce mirar sin ver la luz…

y es tan dulce no sentir en el cuerpo ni siquiera el latir del corazón…

no saber dónde cantan los pájaros…

porque tú ya no escuchas,
y te quedas al fin deshabitado,
y en esto se parece el dinero y el frío.

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6 thoughts on “ALGUNAS RELACIONES ENTRE EL DINERO Y EL FRÍO”

  1. >Esta es, una de las coincidencias no previstas entre nosotros de las que hablaba Fernando. Este poema, hace muchos años me sirvió de base para un artículo/o ensayo a medias sobre la bolsa, que se convirtió en una reflexión sobre el dinero y sobre si era ya un fetiche divino o nuevo dios real. El caso es que decía que el poema en sí mismo, se adelantaba en decenas de años a un tiempo real que vivimos, que hemos vivido en otras épocas y que seguiremos viviendo más superlativamente, vamos que venía a decir que contenía verdades reveladas para nuestra época. ¿Mucha coincidencia? Tal vez no mucha. Por aquel entonces leía a la escuela de Frankfurt y su interés por como se estaba gestando la sociedad del consumo y la acumulación de riqueza. La coincidencia es que los dos veamos en el poema algo que con el tiempo ha ganado en revelación, en vez de olvidarlo. Y probablemente en mi caso marcó un aspecto de mi manera de escribir poemas, aunque fuera sólo un poco.Yo lo tengo en la edición integra de la poesía de Rosales, que creo es de Seix Barral, color amarillo.Leerlo en silencio, apurando cada verso, si no aparece la belleza aparecerá lo mejor.

  2. >Me ha gustado mucho este poema, hasta ahora no he leído nada de Rosales pero cubriré esa pérdida en los próximos días. Esta función de difundir autores, que hasta ahora haces básicamente tú, Félix, puede ser otro gran patrimonio de los blogs.

  3. >Gonzalo: parece mentira, después de tantos años. Ahora que recuerdo, me suena en alguna de las tertulias que organizábamos en Valladolid, haberte visto trasteando con este poema.Ah, y Juan Carlos, me alegra que mediante este pequeño blog se me permita descubrir a mis amigos nueva poesía por leer. Es más, creo que hay alguien más que por los comentarios que me deja, seguro que esto del dinero y la poesía le dará que pensar: (¿verdad Rodia, compañero de pupitre de nuestros mejores años adolescentes?)

  4. >No sé si mi último comentario te inspiró a rescatar este poema, que por cierto no conocía y que me ha gustado descubrir, porque en él reconozco muchas de las almas que a diario deambulan por mi espacio profesional.Creo que habrá que seguir de cerca a este Rosales.

  5. >Si que te tienes que acordar porque publiqué algún fragmento del poema en Cuadernos de Tertulia, hablando del espíritu del capitalismo, éramos muy jóvenes y debia ser el número 2 ó 3 de la revista.Por cierto Felix la fotografía que has puesto en tu blog muestra unos viñedos muy bien cuidados, líneas trazadas con esmero, limpieza en los espacios en blanco, tierra esperando para una nueva variante o plantación. Tierra amarronada de buena tez para el Rivera. Esos lugares parecen más un refugio que una industria vinícola.

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