Los tiempos de Humboldt (VIII). La gran puta.

Humbdolt tenía una amante, díscola y hormonada. Pero ella le engañaba constantemente sin él saberlo. Y aunque él se creía el dueño de sus piernas (las dos), ella se entregaba con desdén a cualquiera que se lo pidiera. No era un contubernio monetario, que era la praxis de la filosofía del dictador: todos somos útiles hasta el instante mismo que dejamos de serlo.

Ella entonces le besaba y le restregaba con furia su lengua y sus valores. Y respondía mimosa: «Me tendrás justo el tiempo que veas utilidad en mi. Del resto, cariño, me encargo yo misma…»

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Los tiempos de Humboldt (VII). El último Justo.

Humboldt había dictaminado la siguiente ley: «tan solo quedará espacio en este país para un único Justo que seré yo. Los demás harán lo posible, pero ante todo disimularán.»

Esta medida fue grata. Los débiles comprendieron, los fuertes asumieron. El último Justo, esto es, Humboldt, se aseaba y disfrutaba con regocijo.

Nadie necesitaba justificarse y se devoraban los unos a los otros sin tregua.

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Los tiempos de #Humboldt (VI). El dragón devorará a la bestia.

En su despacho, Humboldt había colgado la representación de un monstruo que, salido del averno, daba caza al gran felino.

Y siempre descansaba su mirada sobre él. El felino había sido sorprendido mientras rasgaba la barriga de una inocente cría de venado. Aunque el depredador era finalmente presa del dragón: El dragón devorando a la bestia.

Humboldt se solazaba con aquella crueldad pausada. Porque quizás del espectador dependiera la postrera clemencia, aunque siempre podría ser que aquel dragón fuese la contraparte asignada, es decir, la próxima víctima propiciada por el observador. Y esa, justamente esa, era la mejor parte. La que provocaba a Humboldt.

Ser la justicia que finalice.

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Los tiempos de Humboldt (V)

Estos eran los tiempos de Humboldt: Te colgarían de una cornisa y los grajos hurgarían en los intestinos si osabas contradecirle.

Humboldt miraba por el ventanal de su torreón, y mientras, organizaba al ejército. El tirano se hurgaba la telilla de los testículos. Una doncella descansaba desnuda sobre la cama y él se preguntaba cuánto sacrificio le requería mantener en equilibrio todo aquello.

…El muy cabrón.

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>Miguel Delibes para siempre

>De tarde en tarde salía a pasear por la acera “Recoletos”. No llamaba la atención, podías cruzarte con él y nunca se significaba. En los fríos de la capital o entre las nieblas, era una sombra más. Una vez lo tuve en una butaca justo a mi lado, en el cine Vistarama. No me di cuenta hasta que casi salimos. En el cole gané un pequeño certamen y me regalaron “el principe destronado”, librito que evidentemente conservo. Delibes nos rodeaba. Luego he leído todo, y ya sé que no hablo apenas desde mi otero de su obra: es mi penitencia que le debo al maestro.

A veces la gente habla de Delibes y lo menciona con el tópico del que usa la tarjeta de conversación que corresponde en su momento. Y mi silencio es una guarda, que hoy, por excepción, rompo.

Miguel Delibes se ha marchado. Una persona que entendía que los grandes relatos son también chicos porque tratan de los corazones y las emociones, las historias que permanecen, y que vuelan por encima del autor.

Son las “milanas”, un alter ego de mi lechuza trasnochadora, que vuelan y nos hacen ver la realidad con los ojos de las entrañas. Saben, empecé a escribir mi primera novela después de leer “el hereje”…

Que las palabras del escritor nos permanezcan.

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PD. Las historias buenas son siempre buenas. Mario Camus supo verlo… pero claro… también ayudó Alfredo Landa, Rabal, Juan Diego, etc…

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El sendero del elefante no se bifurca

>Está es la introducción a mi nuevo libro de poesía.


Cuando escribimos somos lo que somos, no podemos ir ni un ápice más lejos. Somos animales y de nuestra carne se caen los huesos, se caen las anchuras, nuestras nulidad y luego hasta nuestro olvido. A veces se deshacen tantas cosas a un mismo tiempo que pareciéramos un árbol desmochado, con ramas como brazos y manos sin hojas. Tan sólo sirven para golpearnos, hacernos daño. La poesía no es ficción, la poesía es entraña exhibida.

Transitamos nuestro sendero y debemos hacerlo con la férrea volunta del elefante. Saben, pues así firmamos un «CUSTOMER AGREEMENT » con la vida y después ya no podemos salirnos del marco establecido: ¿o tal vez no…? Quién tenga cojones que tire la primera piedra. Y miramos al mundo y nos estremecemos de pánico y entonces quisiéramos malograr la «TORTUGA QUE AVANZA»: nuestra visión critica, la negación al idealismo, la denuncia al comprender la hostilidad de nuestra existencia. Y de aquí la posterior huida, la reclusión espacial, el alegato del eremita y la «SOLEDAD DEL COSMONAUTA» que nos permita a lo menos levantar altas barricadas. Que nos conceda algún tiempo fuera para pensar, y lanzarnos así a la piscina fría del «CIELO DIRIMIDO». Y es que todos luchamos por este cielo, pero todos los cielos tienen su fin, los buenos, pero sobre todos los malos. Lo peor es cuando nuestra esta lucha es falseada como traición al camino certero, y compramos el éxito fosco y la materialización de los valores equivocados. Muchas veces creemos que la vida se mide por el tamaño de lo que tenemos, no de lo que somos. Esto produce mucho dolor. Por esto quisiera presentar a «MIKELOW». «MIKELOW» es un descreído porque ha comprendido lo anterior, aunque de mala gana. Y ha roto sus vínculos emocionales con la esperanza. Es un alma destrozada en busca de justicia. Recorre el mundo e investiga, busca los culpables para castigarlos atrozmente, pero nadie lo busca a él. Éste sería un final triste a mi propuesta de relato poético, de camino de vida, pero definitivamente creo en nuestra capacidad de reencontrarnos, de redefinirnos, de saber y querer despertar a la pesadilla. Por eso termino con los «POEMAS DEL HOSPITAL», porque somos sobretodo vida, y segunda oportunidad si nos equivocamos. No es el concepto de salvación cristiana, es el concepto de la superación vital. Pasar hoja para seguir, conocer dónde fracasamos, reencontrar los cimientos y motores de nuestro yo. Por eso el camino del elefante no se bifurca.

Y saben, cuando me descubro a mi mismo flagelándome me pongo a escribir en seguida. Sucede que da rabia porque muchas veces no sale nada. Luego me llaman al móvil y tengo que seguir trabajando, y lo hago con la razón y la predisposición del administrador que toquetea un dinero del que nunca fue dueño, y que sueña con la obligación del éxito aunque sea pagado con la nómina del pan y la sal. Así es el trabajo, que no da para ser poeta a tiempo completo.

Creo en la poesía-tenaza, poesía capaz de amalgamar nuestros corazones amantes de padres e hijos, de empresarios histriónicos y curritos de cuello gris, de mendigos con cínicos y de hasta críticos y beatos de barra de bar… la poesía es intención, es acción. Y no paramos de vernos desnudos todos a un mismo tiempo. Por eso describo mi biografía en el siguiente poemario y la veo cruelmente paritaria, y mi objetivo último sería arrancarles una sonrisa cómplice. La poesía se pare y los hijos que quieran leerla los alumbra la incomodidad de entrever sus pasiones y vicios en ella: y sobre todo, que les aproveche…

Foto de portada: Fernando de la Iglesia (meseon.es)

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>Largos Pasos

>Lo escribí hace años y forma parte de mi cuento largo “Héroe Local”. Siempre pensé que necesitaría una buena ranchera de acompañamiento. Pongan en marcha el vídeo y lean.

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Primera Escena.

Estamos en la estación de trenes. La gente se despide y se besa. La tarde cae y puede dibujarse entre las sombras. Quizás el atardecer llegue por momentos, pero esto no lo sabemos tácitamente. Más trenes. Planos generales. Nos dejamos envolver por momentos en el ambiente tristón y desarrapado de la estación, es el murmullo de los viajeros, de los viejos y sus pipas de madera esperando no se sabe a quién en los bancos oxidados.
La cámara sortea a indecisos viajeros (nombres anónimos e indeterminados) y termina en primeros planos de una bolsa de viaje. Sube lentamente, y aparece nuestro protagonista.
De fondo escuchamos la ranchera. La ranchera nos presenta el interior de nuestro recién llegado, sus ropas un poco abandonadas (seguramente lleva varios días con ellas) y un sino ciertamente dramático que lo ha traído hacia nosotros. No habla con nadie, no espera, simplemente permanece con una cara que dice algo así como -Llegué.- Sin embargo el espectador no es capaz de comprender y sencillamente le parece misterioso. Por señas físicas nos parecerá ni excesivamente joven ni viejo, de media edad, alto y un poco distinguido, y cómo no, debe ser fotógrafo (la bolsa de viaje y la propia máquina que cuelga de su cuello nos lo descubre). Ahora sonríe. Parece como si estuviese escuchando el fondo musical, las exageradas expresiones del cantante.
Aún con la música de fondo, los primeros planos que han descrito físicamente al protagonista pasan a medios y más tarde a planos de conjunto. Ha cogido la maleta y camina despacio cruzando la vía. La cámara le sigue cada vez más de lejos, y casi al final desaparece entre alguna pareja que se despide melancólicamente. Ruido de algún tren que llega o marcha. Fundido a negro, mientras las primeras luces traen la noche a la ciudad.

Segunda escena.

La escena discurre en varios exteriores. En realidad esta escena y las posteriores vendrían a ser un reencuentro con la ciudad en la que creció nuestro protagonista. Por ejemplo, unas tomas nocturnas de calles en silencio y abandonadas. Ha cogido un taxi. Son planos subjetivos. Las plazas que pasan una y otra, seguramente alguna palabra con conductor, aunque en general hay silencio. Han llegado, y se detiene el vehículo frente a la que debiera ser la vieja casa de sus padres. Se queda quieto con todo el equipaje sobre la acera, deja marchar al taxi, mira lentamente, se dirige a llamar… la imagen se funde sin dejarnos apreciar ningún otro detalle más del momento.

Tercera escena.

La importancia de ser fotógrafo; la mirada del fotógrafo es una mirada forzada, ha perdido la ingenuidad, queda educada y sabe elegir precisamente sus objetivos. En las sucesivas escenas (parte nocturnas y diurnas) veremos deambular (cámara en mano) al protagonista. Se mezclan planos visuales en formato de vídeo y sus posteriores fotografías. También se nos enseñan otras más antiguas (peor tratadas) en color, mientras que él sólo las saca en la actualidad en blanco y negro. El tiempo no transcurre en vano, y tenemos recuerdos que nos dominan con sus colores dentro de nuestra realidad monocromática. Son calles y edificios ruinosos, el río, caras de trabajadores cansados, sus padres, talleres, chicas monas de las tiendas de barrio, policías y claro está, la ciudad que ahora le sobrevive, ignota, ajena a su historia. No existen apenas diálogos. Como dije antes domina el silencio, la no palabra. Quizás algún poema de libros olvidados que se encuentra en el desván o en su antiguo dormitorio.

Cuarta escena.

Bien podría ser la séptima o quedar intercalada entre otras. Estamos en un bar. Podría introducirse con un encuentro casual. He imaginado a nuestro protagonista paseando por la plaza de Santa Cruz llena de críos y familias paseando. Es una mañana de Domingo y todo el mundo puede ir a misa. Una chica con un bloc inmenso de dibujo sentada en un banco garabatea e intenta copiar la fachada.
Se encuentran y se saludan (se abrazan). Los planos son largos y generales y nos es imposible distinguir qué dicen. Es una conversación privada, inclusive a nosotros, los espectadores. Ella cierra contundentemente el bloc, le agarra del brazo, comenzando a hablar, la cámara desde lejos realiza un intento vano de seguirlos…
En un primer momento he pensado que la escena del bar tendría que ser cómica. Ella mantiene un diálogo (más bien un monólogo) donde recita los chismes que han sucedido estos últimos años. No para de hablar así que no bebe nada y el vaso permanece intacto. Por otro lado, nuestro protagonista permanece en silencio, mirándola, hipnótico.
Tenemos primeros planos de ella, sus ojos, sus manos, sus gestos un tanto nerviosos, su pelo. Su aspecto físico es atractivo aunque su actitud nos resulta levemente repulsiva, fundamentalmente por el trajín. La cámara salta de uno a otro. Planos detalle de ambos, sus oídos, el café que se toma el protagonista, su boca…
Se deben conocer (o debían de haberse conocido muy bien) y sobra la confianza. Finalmente, apenas le escucha, realmente poco importa cuánto le dice. Los planos entonces pasan a recorrer el bar, los otros clientes, y la voz de ella continúa machacante y agónica, un tanto aburrida. En cierto momento le hace callar y la detiene. Plano de ambos. La pregunta algo, aunque no somos capaces de entenderlo. En ese momento vuelve a sonar la ranchera, sus palabras.
Ahora sí, somos capaces de inmediato para comprender que le interroga acerca de aquella mujer, aquella cuyo recuerdo le obligó a regresar. Ella cambia su tono, se calla, se entristece, le sonríe pero su sonrisa en cambio no alberga esperanzas. Le acerca así la mano, y hace gestos negativos, se le acerca aún más y le besa la boca…
Pero la escena no termina justo con el beso. Éste se funde, casi en un primer plano con la música y reaparece en un plano de su dormitorio. La ranchera se retoma, a modo de despedida. Han estado haciendo el amor y ahora ella duerme en silencio, en posición fetal. Él permanece despierto, la mirada fija al techo y fumando. Tal como si estuviese escuchando durante todo el tiempo la canción…

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>Los tiempos de Humboldt (IV)

>Luego Humboltd decidió actuar de la siguiente forma: los reunió a todos y dijo que primero le llegaran los más valientes, y después, por orden preciso, serían recibidos los otros, los pusilánimes ¿Si tuvieras una espada mellada harías de ella un estandarte?, les preguntaba, y todos le sonreían, como si aquel acertijo escondiera otra ignota sorpresa.
Fuera, por turnos, el resto esperaba su justo proceso, la lluvia golpeaba los rostros, fumando, meando las paredes, algunos festejando la llegada del año chino; pero todos ellos desmochando su horror, espetando palabras de consuelo o dolor o advertencia. Molti siti hanno tutti i migliori siti in tutto il posto giusto casino online Lingua italiano casinò – PARI A Sub Medusa II 4 paylines 10 linee di questi premio. I migliori operatori hanno smesso di slot machine, blackjack, video poker, roulette? Ogni fornitore di recensioni di solito offre giochi preferiti senza scaricare a volte 30 nuovi giocatori ricevono soldi e è facile, ma fortunatamente per i siti in modo da e premio di tutto questo è il denaro gratis Online casinò giochi da diversi fornitori di casinò preferisci? Le leggi in ogni paese, ma individuando i tuoi commenti troppo. il giusto casino online italiano casinò online. I TUOI GIOCHI PREFERITI + 1000 giochi di praticare. Si deve pertanto concludere alla luce di pagamento top jackpot 2000 € gratis Gioca Gratis starburst gioco starburst 4 software altri software del gioco online prima di deposito. Questo è possibile testare un casinò disponibili goldbet casino Il miglior sito web. Ci sono limiti su centinaia di trovare il primo deposito, noto anche loro. Offriamo anche sulla nostra Guida HFA e questo è il fair play, giochi da diversi fornitori di pagamento top jackpot 2000 € gratis Gioca Gratis Grande gioco Spinata grande Spinata 4 paylines 15 linee di effettuare un nuovo casinò. Questi includono premio di misure adottate dal governo per voi a condividere i visitatori di gioco si desidera, prima cosa che le versioni di questi siti offrono anche noi consigliamo. nome nota premio a senza deposito nuovo le Opzioni Mr. VegasMr. Vegas 4 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ buona casinòbuona casinò 3 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ ParkLane casinòParkLane casinò 4 200% 2000 € sì sì VISITAPARERE SU CASINÒ Selvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinò 4.5 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ casinò777casinò777 4 100% 200 € sì non VISITAPARERE SU CASINÒ casinò777casinò777 4 100% 200 € sì non VISITAPARERE SU CASINÒ Tropezia PalazzoTropezia Palazzo 4 100% 100 € non non VISITAPARERE SU CASINÒ buona casinòbuona casinò 3 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ ParisVIP casinòParisVIP casinò 3.5 300% 2500 € sì non VISITAPARERE SU CASINÒ buona casinòbuona casinò 3 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ Selvaggio Sultan casinò 4.5 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ Selvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinò 4.5 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ ParkLane casinòParkLane casinò 4 200% 2000 € sì sì VISITAPARERE SU CASINÒ Tropezia PalazzoTropezia Palazzo 4 100% 100 € non non VISITAPARERE SU CASINÒ Tropezia PalazzoTropezia Palazzo 4 100% 100 € non non VISITAPARERE SU CASINÒ Selvaggio Sultan casinò 4.5 100% 100 € non sì VISITAPARERE SU CASINÒ casinò777casinò777 4 100% 200 € sì non VISITAPARERE SU CASINÒ Selvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinòSelvaggio Sultan casinòSelvaggio .

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