Asterix y los Reyes Magos de Oriente #navidadparacompartir

 NAvidad 2014 media

(tiempo estimado de lectura: 5′)

Aquella noche, ya próxima la Navidad, quiso el padre contar la siguiente historia a su pequeño antes de acostarse.

En la Navidad del año Cero Asterix tendría por misión ayudar a un extraño sequito que decía llamarse Reyes Magos de Oriente y que deseaba viajar a otra aldea, aldea situada en el extremo opuesto del mundo conocido. Más lejos de lo que uno se piensa habían perseguido un extraño cometa hasta perderse por Lutecia y así habían alcanzado el lejano Noroeste del imperio, para cruzar la Galia donde finalmente dieron con el último territorio bárbaro, todavía no conquistado por los romanos: esto es, la pequeña aldea habitada por nuestros irreductibles galos. Cruzaron el campamento de Petibónum, dieron esquinazo a la legión romana que lo guardaba y se internaron en un bosquecillo donde vieron una alta empalizada; allí se detuvieron con las monturas y los camellos completamente agotados. No había otro remedio, aquella estrella estaba realmente loca. Y la tradición decía que ella los guiaría hasta encontrar al niño Dios y que deberían entonces adorarle…pero algo había ido mal ya que en su lugar fueron a parar a aquella aldea atrasada, una aparente aldea bruta, esto pensaron a primera vista, completamente indignados por el timo del augur: pero ni Dios Bendito ni Santas Pascuas. No obstante preguntaron a los lugareños, unos extraños tipejos de nombres impronunciables con largos “bigotoncios” y les contaron que traían muchos presentes y que habrían de entregarlos con urgencia a su Señor: oro e incienso. Oro, puesto que era Rey. Incienso puesto que se trataba de un Dios. No había tiempo que perder, por tanto. Sin aquellas ofrendas todo su esfuerzo no habría valido para nada y el pequeño niño Dios no sería adorado ni su venida celebrada con reverencia y regocijo.

En la aldea todos reían… eran sus ropajes, los camellos, la parafernalia de los magos, sus largas barbas canosas, todo aquello les resultaba muy gracioso… ¡nada menos que un sequito de magos había decidido visitarles! Todos reían menos el anciano Panoramix, el druida, y Asterix, el más valeroso e inteligente guerrero de la comarca, acompañado por su inseparable amigo Obelix. Se preguntaban qué importante sería aquel niño para requerir un viaje tan largo: es nuestro Rey, repitieron por respuesta una y otra vez de los magos. Pero los galos no lo conocían, y menos si era cierto que aún no había nacido todavía.

El jefe de la aldea, Abraracúrcix, a lomo de sus portadores y sobre un pesado escudo engolaba la voz y preguntaba:

-¿Y los romanos?¿Y el Cesar?¿Y las riquezas del niño?¿Y su poder?¿Seguro que no queréis ir realmente a Roma?¿No será al hijo del Cesar al que buscáis realmente?

Pero los Reyes Magos se encogían de hombros ante todas aquellas preguntas. Porque querían llegar a tiempo para adorar al no nacido… y poco más. Y como no podrían romper el cerco de los campamentos romanos, ejércitos fuertes y bien armados, lloraban amargamente, pues no les quedaban muchas fuerzas para seguir su desconocido destino tras aquella estrella turuleta.

Asterix se mesó el bigote. Abraracúrcix reunió al consejo de sabios de la aldea. Aquello pintaba muy raro, un sequito tan notable no habría pasado inadvertido a los romanos; seguramente traerían tras de sí un par de cohortes cabreadas, pues no es de recibo que uno quiera ir de Egipto a no sé sabe qué lugar de su imperio dando un rodeo por las Galias sin preguntar o pedir permiso. Algo no cuadraba. ¿Sería una nueva triquiñuela del Cesar para robarles la fórmula de su irreductibilidad? O era unos timadores o unos visionarios…

A petición de Karabela, la mujer del jefe, decidieron dar hospedaje y descanso a los magos mientras tomaban una decisión, había que demostrar que eran unos galos civilizados; por otro lado, pensó Abraracúrcix, que así les interrogarían más a fondo. Mientras, aquella estrella aumentaba su resplandor hora tras hora, impaciente por indicar un nuevo camino y rumbo hacia aquel niño rey. Asterix preguntó por el poder del que iba a nacer, del niño Dios. La respuesta fue breve pero sincera:

-Ninguno.

-¿Entonces a que ha venido a este mundo si no tiene corona ni trono ni nada con que ejercer su voluntad? -inquiría muy intrigado el druida.

-Nos trae amor. Nos trae amistad. Nos trae respeto. Nos trae justicia. Nos trae igualdad. -fue la respuesta al unísono de los Reyes Magos.

Asterix dejó a los Reyes Magos preparando las monturas. Recuperados aunque fuera mínimamente gracias a la cortesía de los galos continuarían su camino, en cuanto despuntará la estrella en el horizonte, y ni cien legiones romanas impedirían su destino.

Asterix y Obelix conversaron en privado junto con Panoramix y el jefe de la aldea, Abraracúrcix. Obelix mondaba una pata de jabalí y mientras le decía a su amigo:

-Los romanos están locos pero estos magos lo están aún más: siguen una estrella que según dicen les guiará donde nacerá un niño portador de amor, amistad y todo eso. Asterix, estos hombres son unos idealistas. Pero los Reyes Magos serán devorados por los leones de los romanos.

-Pero sin ideales… nada se consigue -le respondió Asterix con sonrisa astuta- .Quizás la estrella haya querido pasar por aquí por alguna razón que ahora desconocemos…

-No sé quién será aquel niño del que hablan pero si es cierto la mitad de lo que cuentan que hará me cae bien. Este imperio romano le sobra ejército y necesita más a un chaval así. Alguien puro, alguien leal. –apostilló el druida.

-Y yo creo que estos magos y su estrella necesitan ahora de nosotros una ayudita…-le guiñó el ojo Asterix.

La decisión había sido tomada en aquel mismo instante. Asterix empaquetó lo que pudo rápidamente y junto con Obelix decidieron guiar a los Reyes, ayudándoles a esquivar las legiones hasta donde aquella estrella quisiera llevarlos.

-Alea jacta est! –Se reían y gritaban los amigos pronunciando las pocas palabras en latín que conocían.

La despedida fue bien sencilla. Panoramix entregó una botella de poción mágica a Asterix, aunque le previno que no la usará más que como último remedio, puesto que sobretodo debería utilizar su inteligencia en aquella aventura. Obelix gruñó un poco, no terminaba de comprender que habiendo caído en marmita de la poción siendo pequeño no la necesitara en absoluto. El inmenso corazón de Asterix se vio reconfortado cuando el druida propuso que su pequeña mascota, Idéfix, le acompañase. Además le entregó un saquito y le hizo su custodio, era un presente de parte de toda la aldea gala para aquel pequeño Dios.

El jefe proclamó:

-Id amigos y ayudad a este sequito de hombres buenos en busca del niño Dios. ¡Por Tutatis, que no se dirá que los galos somos malos vecinos!

El bardo, Asurancetúrix salió a acompañarles mas no duró mucho su camino, tan horrible eran las notas de su arte. Los reyes, amables hasta la saciedad, hubieron con maestría de entregarle unos cánticos para que los practicará y pudiera festejar el retorno de sus amigos:

-Con ellos, ya verás como la gente quiere cantar contigo –dijeron los magos

-¿Qué son? -preguntó interesado el bardo

-Se llaman villancicos –respondieron enigmáticos…. pero esta es una historia de la que hablaremos otro día.

No habrían recorrido ni una jornada cuando se les cruzó toda una legión bloqueando el paso a la comitiva. Aquel cometa en el firmamento había llamado también su atención y tras avisar al cuartel general en Roma, el mismo Cesar había mandado tropas para averiguar su naturaleza. Imaginad: las cohortes desplegadas en perfecta formación, los escudos y los pilum listos para iniciar la batalla. El centurión, orgulloso, arrogante, exigiendo la rendición incondicional de los extranjeros, creyéndoles invasores o señores de aquella estrella del firmamento, inició la carga con los tamboriles y trompas en vanguardia…

…bueno no quisiéramos importunarles en este relato navideño con una descripción de una crudelísima batalla… porque si hemos de ser ciertos y fieles a la historia… no sucedió apenas nada. Salvo por un par de mandobles a la primera línea de combate que Obelix propinó con voz en grito de “¡para mi estos romanos!” y una alegría infinita en su rostro mientras los sacudía. Apenas hubo destrozos salvo por el par de pilas de cascos como trofeos para Obelix e Idefix mordisceando el precioso armamento de campaña de los soldados angustiados por tan singular tropa. Los ardorosos romanos, al reconocer a los invencibles galos escoltando a los magos, se lo pensaron dos veces y retrocedieron. El centurión quedó así solo frente a Asterix, temblequeando. Asterix, no obstante, siempre razonable, decidió pactar. Explicó al centurión que aquellos hombres no eran invasores sino sabios que buscaban al niño Dios. Que aquella estrella del firmamento estaba un poco turuleta y que les estaba dando un rodeo por el imperio antes de alcanzar la aldea donde el pequeño nacería en breve. Que tan solo necesitaban paso franco… pero claro, que si oponían alguna resistencia, los magos serían adiestrados en su poción de invencibilidad gala y que los romanos de esta guisa se ganarían otros invencibles enemigos…aunque que en realidad iban en misión de paz, y no querían anda de eso, y que les vendría bien un buen avituallamiento y algunos pertrechos para continuar su camino hasta Oriente. El centurión comprendió que era mejor facilitar el paso de aquellos hombres y él personalmente decidió escoltarles gran parte del camino. El mensaje del centurión al Cesar como respuesta a sus pesquisas fue por lo tanto breve: “Los extranjeros marcharon tras su estrella. Yo mismo les escolté siendo nuestros prisioneros a los confines del imperio. Sus ejércitos han sido diezmados… salvo por dos galos. Su rey es un niño indefenso y sin tesoros de nuestro interés. Nuestro poder no está en peligro.”

Y así fue como los galos hicieron posible que una madrugada, varias semanas después, un pequeño niño, llamado Jesús por sus padres y conocido mucho tiempo después por Cristo, fuese visitado en Belén por el sequito de reyes. Recibió en señal de adoración oro, puesto que sería también rey, e incienso, pues era Dios nacido. Lo que las crónicas no explican son las razones por las que dos guerreros vestidos con ropas galas, uno pequeño y otro grandullón, acompañados por una pequeña mascota entregaron un pequeño saco de mirra. Y es que la mirra simboliza al hombre. Al fin y cabo aquel niño lo era, y como hombre mortal debería hacer llegar aquel importante mensaje de amor y fraternidad a los cuatro costados del imperio y de todo el mundo conocido y por conocer: que era el mejor regalo de unos guerreros que sabían que su poción los hacía indestructibles, aunque siempre por un brevísimo lapsus de tiempo; que aquel pequeño debería disponer de armas más poderosas y duraderas para conseguir su Misión de Paz.

De esta forma tan hermosa nació la Navidad y así fue como Asterix y sus amigos participaron de ella.

Share

Ha llegado el GaaS, “Government as a Service” #Opengovernment #Democraciayconstitucion

Frases para abrir boca:

La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo.

Montesquieu (1689-1755) Escritor y político francés.

Voz del pueblo, voz del cielo.

Refrán

La ventaja de la democracia sobre las demás formas de gobierno es que no hay en la democracia una casta interesada en sofocar el pensamiento para que no se la discuta.

Ramiro de Maeztu (1875-1936) Escritor español.

Ésta última, claro está, con mucha retranca.

 

 

Tal cual aparece en los telefilmes la historia que aquí narro es brutalmente verídica. Únicamente tuve que deformar algunos aspectos para que no se reconozcan sus protagonistas, a los cuales, pido disculpas de antemano…
¿Por qué será que las historias de este pelaje siempre discurren en despachos a media luz? Será cosa de la intimidad que transforma nuestra apreciación sobre la realidad. Son estancias amuebladas de roble y forradas por libros sesudos, como si la madera y el papel reforzasen la contundencia de aquello que se presenta en su seno. Fue allí donde escuché aquel concepto por primera vez, “GaaS”, de resultas de uno de mis viajes relámpago, husmeando cualquier gran negocio por explotar en breve…. Esta vez fue en una de las nuevas cátedras de tecnopolítica y de ciberorganización en Harvard y mi contraparte era un sapientísimo decano, un viejo expatriado español, huido hacía una década de la crisis perenne y del deterioro de la preponderancia europea a manos de tribus asiáticas. Por lo que nos había propuesto en su correo electrónico pretendía ofrecernos algo realmente fresco, algo muy serio… Las cifras que apuntaba en su bussines plan fueron brutales, y por eso nos interesó, sobre todo por su rápida implantación en el mercado del sur de Europa, los en otro hora llamados países PIGS (http://es.wikipedia.org/wiki/PIGS). Y la coyuntura, la más propicia para realizar un primer piloto sería, según su equipo de trabajo, en la península ibérica, y más concretamente, en nuestra España.
Platón, Ortega y Gasset hablaron del gobierno de los mejores. Henry David Thoreau (http://es.wikiquote.org/wiki/Henry_David_Thoreau), parafraseando a Thomas Jefferson (http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Jefferson), creía de que el mejor gobierno posible es el que menos nos gobierna. Pero aquel el decano lo explicitó con un vocablo radicalmente novedoso, innovación pura de algo que jamás habíamos explorado hasta ahora: “Government as a Service”, he aquí el poder de la tecnología y del outsourcing de los gobiernos occidentales.
-Escucha hijo, es bien fácil. Las empresas licitan en base a contratos meticulosos, contratos de cientos de páginas cuajadas por cláusulas hiperprotectoras, SLA (Service Level Agreement o Acuerdos de Nivel de Servicio http://es.wikipedia.org/wiki/Acuerdo_de_nivel_de_servicio), descripciones sesudas, detalladas hasta lo indecible. Llenas de garantías, responsabilidades trasladadas a las partes que no cumplen, declaraciones de conformidad, fianzas, duraciones tácitas y prórrogas. Hasta los ciudadanos firmamos interminables contratos con nuestros seguros médicos, en nuestras tarjetas… pero… ¿qué firman los que nos gobiernan con nosotros?
Sacudí mis hombros y sonreí tontamente. Respondí titubeante para ganar algún tiempo.
-…Nada, eso creo…
-Exacto. Tan solo realizan promesas sin ningún valor o carga contractual. Sin riesgo o penalidad por la mentira o la picardía o tal vez la diablura incumplible a sabiendas o no. Y los resultados son visibles. Buscan como seducir nuestros oídos y una vez con la sopa boba… si te he visto no me acuerdo. Ante su mala praxis no podemos romper su contrato, no podemos despedirles, no podemos denunciarles, no podemos cesarles, apenas y solo tras largos devaneos juzgarles. Tampoco valorar los resultados de su gestión, no existe una herramienta tecnológica para ejercer una ciudadanía más directa y participativa. Por eso este tipo de contratos no son posibles… he pensado durante largo tiempo… ejem… Por eso propongo un nuevo modelo de gestión, un “outsourcing” integral del gobierno, quiero decir de nuestra cúpula de poder. Sí, porque necesitamos profesionales que nos gobiernen, experimentados, éticos, hombres que avalen con su gestión pasada los resultados. Como sucede cada vez más en las empresas… una democracia bien gestionada y no secuestrada.
Solté una carcajada. Pensé si aquel hombre me vacilaba o se reía de nosotros. Había cruzado el Atlántico, había madrugado y desorganizado mi agenda para escuchar aquella insensata estupidez…
-No le entiendo, disculpe… -fruncí el ceño, parcialmente confuso. El decano hizo caso omiso a mi expresión y continuó su diatriba.
-Votamos a los partidos, a sus listas y programas, que no son sino una simplona construcción de nuestros deseos. Pero sin herramientas para su ejecución y contraste. Lo que queremos es más o menos lo mismo: prosperidad y seguridad, eficacia para dirigir nuestros países. Que se paguen nuestras pensiones. Que la deuda no crezca y atenace nuestro futuro. Que sigan abiertos los hospitales. Que se creen más y más empresas. Que tengamos una educación que nos haga mejor personas y personas más empleables en el futuro.
-Sí, en eso estoy de acuerdo. Pero que tiene que ver todo esto con el GaaS –había apuntado el nemónico mentalmente pues intuía que pronto habría de manejarlo con soltura
-Mucho. Te pregunto: ¿Qué diferencia los países atrasados de aquellos prósperos?
-Mmmmmmmmmm. Me imagino que lo has pensando y es parte de nuestra entrevista y por lo que desea vernos…
-Sí,… chico listo… sus gobernantes y sus resultados. Su capacidad de asumir retos, su emprendimiento para exigir esfuerzos siendo ellos mismos referente. Y cuando tus gobernantes no son capaces de hacerlo bien… lo mejor es buscar otros nuevos… sea donde sea. Y justo la democracia radica en esto, en que nos gobiernen los mejores pero que podamos revocar siempre su mandato si se exceden o lo incumplen y limitarlo en tiempo y forma. Y si es necesario traerlos de fuera… emplearlos evidentemente como servidores a cargo de los ciudadanos. Por eso lo llamo Goverment as a Service. Un gobierno subcontratado. No nos importa que sean de aquí o allá, salvo que sean eficaces y justos, e igualmente que importamos petróleo o tecnología, podemos importar equipos de gestores para nuestros gobiernos. Todo bajo contrato.
Me hubiera ido al instante. Dicen que son malas ideas aquellas que no pudieras contar en más 15 segundos … y este “elevator pitch” había definitivamente acabado. Debía regresar. No podía escuchar soberano galimatías. Me levanté y él hizo un ademán cortés. Tomó de la mesa un sobre y me lo entregó.
-Entiendo hijo vuestras dudas. Llévese de todas formas esto.

Dentro había una carpetilla, un brochure insensato. Sonreí como pude y me marché. Tomé un taxi. Boston está precioso en otoño. El color rojo incendia los parques. Quizás aquel viejo loco estuviera contagiado por aquella belleza aparentemente sosegada o por el neocapitalistmo brutal de los States. Mantuve un riguroso silencio hasta embarcar en el avión. Intenté hacerme un hueco de silencio para la reflexión. Mi acompañante de asiento era, casualmente, otro compatriota. Un tipo cortés, me dijo que se llamaba no sé que de Roberto y que trabajaba en una multinacional. No paró de describir en el largo vuelo la situación actual como dramática, insostenible, carente de lógica. Habló de la corrupción, de la falta de escrúpulos, de la mentira, de la avaricia, de la apatía constitucional. Luego mencionó Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia. Gobiernos sabios, experimentados, prósperos, cuyos gobernantes eran trabajadores incansables en pos de la prosperidad de todos sus ciudadanos. Un pueblo abierto a una democracia mucho más participativa y tecnófila.

Fascinado y en un rapto de irreflexión le expliqué la idea con pelos y señales. Quizás me tomase por un loco con esto del GaaS pero abrió los ojos y tan solo preguntó:
-¿Cuánto costaría contratarlos?
-¿A quién?
-Quiero decir, a los nuevos equipos de gobierno. ¿Cuánto nos valdría el GaaS a nuestro país?

Le expliqué que existen varios modelos. Uno de ellos podría ser completamente variable, en función de los ahorros conseguidos para el país (el control sobre la deuda) y de la valoración de los ciudadanos sobre los resultados obtenidos en términos de su satisfacción y para aquellos aspectos no mesurables directamente. Algo así como un examen y una votación que valorase la calidad de su gobierno. Le dije que la tecnología podría ayudar bastante, es más, sería un elemento diferencial, puesto que muchos de los nuevos servicios se ofrecerían a través de portales experimentados, algo así un modelo “open-government” generalizado…
Ríanse. Si hubiera dependido todo de aquel ciudadano habría sido la venta más rápida de toda mi vida. Me dijo que aquella idea era un sueño desquiciado pero que no obstante tenía sus dosis de realismo. Y dijo:
-Realmente el poder corrompe a cualquiera. Tras dos mandatos al frente del él el seso se nos ha hecho aguas. Todo consiste, creo, en saber gestionar el cambio, en controlar que nuestros gobiernos operen escrupulosamente bajo el mandato del ciudadano. Y quizás que se sientan, en la mayor medida posible como asalariados, es decir, que ejerzan su servicio bajo el peso… de un contrato…

Fue un viaje muy divertido pues aquel viajero y yo ensoñamos e imaginamos un país sabio y próspero. Sé que el GaaS, de ponerse en práctica, transformaría nuestra sociedad. Seguramente necesite de una población más sabia en términos democráticos, una población ajena al concepto de derecha o de izquierda, una población que vea el futuro como una oportunidad y a los partidos políticos como unos meros ejecutores del futuro común de nuestra sociedad.

Desde entonces no creo en las ideologías y creo firmemente en el GaaS. No creo en representantes que nos adoctrinan, o en democracia indirecta y desligada de la realidad. Creo en la votación directa y en servidores que no representan nuestros intereses, en aquellos que sencillamente los hacen realidad y los ejecutan con ética y sabiduría.
¡Larga vida al GaaS! cualesquiera implementación que mi excéntrico decano haya finalmente decidido!¡Lancemos una campaña ciudadana de crowdfunding!¡Financiemos así su quijotesca línea de investigación innovadora!¡Vivan los venideros y prósperos doctorandos y protosabios del GaaS y sea terciado así este dislate!

Share

Las tejedoras de Olivenza, premio “Se buscan protagonistas” #literaturayemprendimiento

Gracias a Alcorcón Emprende y a la Asociación Verbo Azul por el premio “Se buscan protagonistas”.

¡Qué más emocionante que aunar literatura y emprendimiento y que encima te lo reconozcan! Ahora, por fin, os invito a leer el relato…

Puedes acceder al enlace de la noticia (http://verboazul.blogspot.com.es/2014/11/en-la-libreria-fabula-entrega-de.html) o descargarte el cuento de Bubok (http://www.bubok.es/downloads/download_gratis?book=MjM3NDA3LTIwMTQxMTI4LTE0NDU5&tipo_portada=6), o sencillamente, leerlo aquí mismo (Tiempo estimado de lectura 5 minutos):

 

 

Share

Somos viento

Somos viento y luego accidente.

 

Retengo la primera imagen de mí siendo niño:

Mis padres se acercan a la cama y me cobijan.

Antes fui lo negro

fui silencio y después sé que llega la noche:

quiera Dios que vengan ellos con fuerzas

para socorrerme.

 

Sabemos a tiempo

-su contagio es perenne-

y la muerte

primero es arrullo

pero termina siendo siempre el final grito.

 

Busco: a veces llaman

y miro por la ventana asustado.

Me previene del dolor que palpita

pues no me conviene volverme.

 

Somos viento.

Que sea por no hallar la razón que resuelva el acertijo.

Que sea por atravesar franco la encrucijada.

Share

Tempus Fugit Est, La presentación en la “Villa de Libro de Urueña”

Este fue el final del viaje que comencé en su momento con Tempus Fugit Est: la presentación física del libro.

Al evento, en la pequeña ciudad amuralla y medieval de Urueña asitieron mis mejores amigos. Todos disfrutamos de una maravillosa tarde.

La mejor forma de recordarlo, el vídeo que grabamos aquel día.

 

Share

#Sueñocon Dios

Me despierto… pero aún Él no ha llegado. Siento que estuvo cerca cuando yo marché. Veo señales escritas en las ventanas, muchos hablan de su Voz o de sus Palabras y aunque lo espero, temo que no habrá de llegar a tiempo.

Fuera todo discurre entre sueños. Aunque yo sueño con Dios, Él provoca con sus silencios y sus ausencias. La Fe mueve mundos, pero este Dios-cosmonauta se debe entretener en la diáfana atmósfera perlada. Mientras, los de abajo, no cejamos de asesinarnos.

Share

#Sueñoconborrarmipensamiento si miro la montaña #casidevacaciones

No olviden que todo montañero deberá detenerse en la cumbre a descansar. Este reposo debe ser meditado, que la vista suba por las faldas, que recorra los bosquecillos de hayas hasta alcanzar los faldones de los peñascos; y que se enrede en las cornisas para arremeterse contra las nubes del horizonte.

“Sueño con borrar mis pensamientos…”, entonces se piensa. Y se da uno cuenta que no somos más que viento y que vinimos a ocupar el sutil soplo del tiempo que se marcha; y que allá, fundidos con las alturas hay algo en nuestro interior que muchos llaman espiritualidad, pero al que yo suelo referirme con la letanía “no somos nada”: El eco que se deslinda tras las cárcavas.

Picos de Europa

 

Share

#Scrooge también sueña con el perdón de su fantasma #CuentodeNavidad #CharlesDickens

Scrooge, viejo tacaño, duerme y sueña con las nubes rosa de caramelo, accidentales reposos para tus fantasmas. Acumulas tierra cubierta de minerales, el tiempo que se resbala por las  rodillas, empalagoso relámpago  que siente la noche de baba que se apalanca debajo de la cama.

Es el tiempo relente con el que sueña Scrooge, el perdón y futuro que sobreviene de madrugada.

Share

#soñabaconsuperdición de #Billywilder #doubleindemnity

Neff soñaba con la araña de Phyllis acariciando su corazón, soñaba con su perdición, soñaba con su pelo rubio y su perfume arrancándole los sesos, soñaba con las escaleras y ella descolgada, y su beso, ahh su beso.

Ella le dijo antes de marchar:

-I wonder if I known what you mean…

-I wonder if you wonder… –le respondió.

 

Share