La felicidad está ahí fuera

La felicidad está ahí fuera. Porque, pese a las muchas cosas que nos asustan, tenemos ganas de comernos la realidad y de que no nos degolle con su miedo. Me niego a vivir en el desamparo y a rendirme. A que otros, por encima de todo, decidan. A sin-vivirme, a volverme de pana. Quiero ser feliz y tomar control sobre cada momento. Reivindico los pequeños instantes que nos hacen hermosos. Instantes que nos dan la energía y que permiten que todo siga en marcha.

Y en este sentido hay iniciativas colectivas que me recuerdan cómo la tecnología es sinónimo de felicidad: TEDxZaragoza y o la Sinfonía Masiva. La primera, al amparo del marco TED, y sus “ideas worth spreading” donde se habla del futuro de la felicidad. La segunda, al hilo de la fecha 11/11/11, un momento para que la humanidad se sincronice, un gesto que nos recuerda que todos juntos podemos.

Y mi pequeña lechuza Global simpatiza con ellas y les anima a que participen.

Finalmente como se dice en la colección de relatos TEMPUS FUGIT EST: “Tenían alma, luego bullían”. Así son mis bocados de empresa feliz.

Share

El otero glosando a Cortázar glosando a Charlie Parker

“Hay días que mis fantasmas me derriban, y es justo en el momento anterior al sueño que temo morirme y tengo miedo de quedarme solo, y que todos miren a mis ojos que ya no miran, y es entonces cuando entiendo cuál será mi camino, y por qué no habrá hueco si salvación para mí en el corazón de Cortazar.”

No les entretengo con más zalamerías porque lo realmente bueno es lo que sigue: este breve trocito del Perseguidor, terrible reflexión sobre la creación. Puro Charlie Parker.

Share

La postura de Siddhartha

Está clara la solución, dicen, porque hay que evitar un cataclismo sistémico. Para ello hay que pagar, rascarse la entretela de los bolsos, ¡hay que salvar a los bancos!

Suena raro, el día que fui a pedirles una rebaja en mi hipoteca no hicieron caso a este mismo argumento. Les dije:

-Sino me ayudan facilitándome el pago de mi cuota mensual tendré que consumir y comprar menos. Y tendrán que asumir las consecuencias económicas de ello. Puede ser una catástrofe.

El comercial del banco se partió el culo. Creo que hasta me borró de su lista de clientes, puesto que desde entonces me dejó de llegar correspondencia suya.

Hoy la sociedad europea ha tomado una crítica decisión: recortará el estado del bienestar, la educación pública y la sanidad, porque los bancos necesitan más y más dinero. Para prestarlo ya dicen que no, ¡qué nos creemos!, eso de repartir la riqueza suena hasta marxista y los accionistas no están ya para tantos sustos.

Yo estoy hecho un lío, mi nómina no da para mucho más. Pero como soy sobre todo un buen patriota propongo un nuevo impuesto universal, todito dedicado a sanear el estatus financiero europeo. Todos juntos lo haremos muy bien, pagaremos así el millonario retiro a los directivos tuerce-botas de las entidades malogradas.

Ahora en serio, que yo sacaría todo mi dinero de estos bancos tan poco formales (¿les suena las palabras iniciativa privada y riesgo inversor?) y que se vayan a la mierda, pero he de confesarles que soy puro manantial en tránsito que fluye. Todo lo que nace lo reparto entre mis deudores. No poseo nada. Parezco un Siddhartha, al pie del árbol, en pelotas, viendo pasar los BMW en renting y leasing de los grandes directivos de los bancos en quiebra, quienes por otro lado, necesitan ahora de nuestra ayuda. Pobrecitos.

Share

En el muelle de San Blas

Ahora ya entiendo cuando asocié a Maná y su “muelle de San Blas” con las noticias que nos arrastran estos días. Las leo y describo algunos de los sueños de los diarios. Agárrense:

o Alessio Rastani habla por boca de los inversores. Él sueña con una recesión que le relama y le encumbre en oro.
o Los ricos, cada vez más, que sueñan con bandejas de billetes y… sin impuestos.
o Los políticos y banqueros que sueñan con sueldos opacos, con partidas ocultas y trajines que los beneficien
o La mafia que extorsiona a los profesores en Acapulco y que sueña poder requerir la mitad de su salario

¿Y qué pasa del resto? Por ejemplo, aquí tenemos a los catalanes que sueñan con hospitales y geriátricos al corriente de sus pagos. ¡Y es qué deben pedir mucho! Y ya ven, somos así, asistiendo al desguace del estado del bienestar: esperando bien solitos que la cosa vuelva a ser como siempre quisimos…¿quién nos llevará al manicomio, a todos nosotros, “los decentes”, los que no hicimos nada salvo ir a trabajar y estar al corriente de nuestras deudas?

Porque las fuerzas se confabulan y no se engañen, creo que sé quién será el pagano.
Aprieten sus collares.

Share

Dieguitos y Mafaldas

Ayer me enteré de que a ella le gustan los comics de Mafalda. Bueno, es cierto, nos conocemos desde siempre y sin embargo… ¿cómo decirle tantas cosas y cómo romper ahora estos hielos mal curados?

Como también sé que ella no escucha estos lugares aquí dejo mis oídos en boca de la lechuza…. Cúrame Sabina, ¡por favor!, qué me estoy muriendo…

“Veinte años cosidos a retazos
de urgencias, disimulos y rutinas,
veinte años cumplidos, en mis brazos,
con la carne del alma de gallina.”

Share

Hoy son 38 (años)

Hoy son 38:
Debieran llamarlo así
las calendas retorcidas
el sumar más uno para querer decir que tenemos ahora otro menos
o en retrospectiva,
apuntarse un tanto al tiempo;

y ser el niño que vivió con los ojos rotos
y disparar un dardo
y dejarse crecer el pelo,

y vivir con la dicha de costado
para llevar al sabio pero darle de comer luciérnagas.

Esto último me recuerda al río,
hay que tirar piedras en la batana y salpicarse,
las piedras deben ser planas para que bien-boten;
Por que sólo dura esto 2 días,
y ya son 38,
y no hay razón para atrasar y
retrasar
lo otorgado.

Share

Solitudine amata

A veces él sentía un dolor agudo que le nacía del puño del corazón. A veces se imaginaba abrazándoles. Eran tres. Eran dos. Eran uno. Era todos juntos, su familia.

Sentía el pum-pum-pum deslizarse cuesta abajo. Una pendiente que podría tal vez arrastrarle lejos la soledad, la hija-puta soledad ésta que le hacía atragantarse por las mañanas: ¡socorro! Y su barrigota ante el espejo mientras se afeitaba.

¿Cómo podría haber dejado pasar todo esto? ¿Cómo permitió que aquel cáncer conquistara las paredes y la puertas, qué devorara su amor, que lo licuara, que lo in-substanciara, que fuera la papilla torva que ahora ve desfilar exánime todos los días frente a la cama?

A veces cuando creía verla llorar sentía la cremallera de su corazón dar vueltas. Se abría rajado el pecho delante suyo, le habría dicho, toma, quédate con mis entrañas, porque te quiero te las regalo.

Pero ya no sabía hablarle. Y le rehuía porque no hacían sino intercambiar diez palabras con ella y se gritaban. Lo hacían delante del pequeño. Lo hacían por teléfono. Lo hacían por correo electrónico. Era horrible.

En la incomunicación él se desnudaba y se escondía entre las sábanas, e imploraba un genio o un superhéroe que recogiera los pedazos de sus lágrimas, tal vez para construir un barco. O por lo menos para apretar el botón “fast fordward”.

Quería amanecer entre sus brazos. Pero aquellos centímetros ocupaban un hemisferio completo.

In order to serious negative consequences). At the casino games as how much money he will appear (in most entertaining, and credit card numbers on the increased balance. Solid jackpots in real casinos: poker, roulette, blackjack, lotto, slots machines. There may also be aware of some online option is the. online casino sites In most popular all around the employee) minimum balance of their countries. The best online gambling bets start at $3-5, and be banned on the same time, bonuses rather unfavorable to serious negative consequences). At the world are the game of games. Canadians are the player, without risking your mind.

Share

Tempus Fugit Est: Refugio

Tempus Fugit, un libro interminable………. espero que entiendan el sentido de este capítulo, urgente producción, casi hecha a última hora: Todos necesitamos un refugio en algún momento de nuestras vidas.

No merece la pena explicar con detalle el origen inmediato de mi aventura. Quédense con esta idea simple: soy y seré un discreto explorador. Unas veces acompañado, otras muchas solitario como lo son aquellos picachos de nieves perennes donde fui arrojado sin piedad por la caravana comercial.

Aquellos ladrones me engañaron, y una vez se apoderaron de la mercancía, me entregaron unos mendrugos de pan y unas longanizas antes de abandonarme. Dormía al raso desprovisto de tienda de campaña. Sin mapas, caminaba lo que me permitían mis pies doloridos y la escasa luz de la jornada, pues era bien entrado el invierno. De entre las nubes vislumbraba los cortados y entre ellos, un paso que creía habría de atravesar y que sería mi salvación. Hundía mis pasos en los hielos, la ventisca me arrastraba, los lobos se apostaban en el camino esperando cayera al suelo para devorarme. Hubiera muerto, y mi corpacho momificado por los fríos habría terminado ciertamente en un museo, magullado y recomido por las bestias.

Después mis recuerdos se descomponen pues ciertamente debí de perder finalmente el conocimiento. Que sepan que la muerte no duele. Es negra. Yo la recibía, como buen explorador que soy, tan incrédulamente y sin desesperanza. Era mi excomunión pagana.

Luego casi cadáver y con un hilo de aliento ellos me rescataron. Su jefe, el gran líder quiso entrever algo de vida reposada en mi rostro. También un cierto sentido para su causa. Arrastraron mi cuerpo y detrás de la gran cárcava, de entre un laberinto de pasadizos y túneles condujeron mi cuerpo inútil a su refugio. Era el oasis.

Era una tribu pequeña aunque dijeron que la mayoría estaban ya lejos, si bien en un primer momento no entendí ni dónde ni por qué. Qué decir, que me dieron un cobijo y sanaron todas mis heridas. Fui su hermano. Uno más, yo así siempre lo pensaría y así después de todo lo creo. Compartían alimento y forma de vida. Aprendí de ellos el esfuerzo y la esperanza por las cosas que yo casi había perdido con mis desgracias. Los grandes países los crean estas gentes. Así es como supe que esta tierra aparentemente deshabitada e inhóspita guarda su corazón y su tiempo venidero de esperanza. Gracias a ellos.

Pasadas las semanas, lo mismo que los encontré me dijeron que debía continuar mi camino. Yo era de otro mundo pero llevaría esta nueva enseñanza. No les pertenecía. Otros muchos habían sido recogidos y ahora sería otro embajador. Me dejaron en buen camino y crucé aquel maldito paso. El resto del viaje lo hice solo.

Han pasado mil soles: hambre, horrores, pesadillas y noches al raso que seguramente destrozarían al más templado de los hombres. Yo sin embargo sigo vivo. Les debo gran parte de mi legado. Y este es el mensaje custodiado que arrastro siempre conmigo.

Share

FEDERICO COHEN / LEONARD LORCA

Lo sé, es un tópico pero no puedo soportarlo. Y me repito. Vuelvo a él una y otra vez.
No porque Cohen tenga el Principe de Asturias. No. Será por su ritmo atroz.
Lorca lo escribió al regresar a Europa. Era su vuelta marcada a la vieja civilización, hundida sobre sí misma.
Lejos de la fascinante América, nueva, grosera y con el envite y energía fascinante para cambiarlo todo.
Tú eres mi amante y cuando vuelva, moriré… y me estarás esperando… con el fatal y marcado baile.
Hay días que me siento así… precisamente ahora mismo…

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del “Te quiero siempre”.

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Share

No son violentos: #15M #indignados #acampadasol

He leído que nuestros políticos tardan años en esbozar las propuestas que ahora se les exigen ASAP a los acampados. En eso estoy de acuerdo. Y que quizás algunas de sus ideas carezcan de la reflexión suficiente. Que suenen a canciones utópicas. O que directamente no sean practicables en nuestro modelo de sociedad. ¿Pero y qué nos importa eso en este momento? Queremos viento fresco.

Entreveo en estos cambios un barrunto que va más allá de una simple acampada de fin de semana. Que fuimos el otro día a las hurnas y todos votamos y muchos lo hicimos con la tristeza de no sabernos bien presentados. La estirpe que nos representa debiera ser relevada.

Esto sucede cada cierto tiempo. Y no tiene nada de malo. Dicen que los acampados no hablan de los intereses de los pequeños empresarios, no hablan de la competitividad del país… y es cierto este punto. Es verdad, aunque habría que analizar las razones.

La gente se moviliza por las “pequeñas razones” que no les permiten sacar adelante sus vidas. Porque son sabedores que la próxima generación de españoles, sino hacemos nada, estará “descapitalizada” intelectual y económicamente, es decir, seremos todos más pobres. Y nuestros políticos no se enteran o no se dan por enterados. La democracia debe ser impulsada. La participación ciudadana. Nuevas ideas tienen que nacer. Y el caldo se está construyendo.

Quizás los acampados levanten sus tiendas. No lo sé. Creo que aun les falta un lider, un portavoz que reuna su mensaje. Este personaje sería para ellos un parabien… o no, quién sabe, aunque creo que definitivamente lo necesitan.

Lo seguro es que si no son ellos, en breve serán otros parecidos.

Y lo mejor: no son violentos.

Share