Hoy se asesinan nuestros hijos en el Manchester Arena… sin sentido. No existe dolor suficiente que recoja el pozo del cadáver de una vida cercenada. No existe grito de madre o de padre que podamos acallar, y tan solo lo recibimos con nuestras lágrimas y los brazos rotos. No hay diente por diente, vida por vida. Todas y cada una de ellas son tan valiosas como las gotas de la lluvia que nos empapa. Todos importamos, blancos o negros, azules o amarillos y no existe ideología ni religión que se describa a sí misma como exterminadora.
Desde España, este abrazo.
Han matado y no sabemos ya por qué. Estas palabras de Julia no son tan siquiera un consuelo…