>Con perdón, hoy parece que Dios nos haya dado dos bocas y una oreja.
Cuenta la leyenda que el sabio arremetió con su mirada al pupilo mientras torpemente se agitaba contra el encerado de la Universidad. No paraba de hablar y su cuerpecillo se tambaleaba profusamente al defender una fútil tesis.
– So what ? (¿Y qué?) – le espetó sin esperar otra, el sabio, para por fin callarlo.
El jovencillo se quedó allí temblando, vencido, triste y conmovido por aquella frase inhóspita.
La no palabra era más valiosa para el sabio.
Se imaginan, señores, un mundo en el cual, por cualquier estúpida razón se hiciera el silencio: las radios, los periódicos, hasta las mismísimas conversaciones aburridas y repetidas.
Cuando voy a coger el bus todos los días, el pio pio de los pajarillos me conmueve más que muchos galantes discursos de los hermeneutas. Y disfruto escuchando.
Y pues, demos paso al silencio. Al silencio.
>Bueno Félix, he leído tu texto en Caleidoscopio y ahora éste de tu blog. Veo que pasas unos días de sano descreimiento. Escribir es una manifestación de nuestro espíritu onanista pero también de nuestro espíritu rebelde. ¿Con que casi todo está dicho? ¡Pues yo lo puedo decir de otra forma! Pues eso.
>Me he expresado mal. Siempre hay cosas nuevas que decir, pero no es lo mismo que todas, en el fervor de gritos diario, sean interesantes.
>Aunque un poco más domesticado por la vida (lo mismo que los demás, me temo) conservas tu espíritu peleón y un poco sísifo. Aunque, a fuer de ser honesto, te veo más lírico que antaño. No tengo muchos elementos de juicio de momento, pero por lo poco que he leido, así me parece.Y dicho esto, añado dos puntualizaciones más: Me sigue gustando tu forma de escribir y sobre todo tu capacidad de ponerte las normas, las convenciones y lo que se ponga delante, a la torera. No has cambiado, bien, bien… Y por lo que voy leyendo de los compañeros, estamos más sedimentados como los buenos crianzas de nuestra tierra. El camino de llegar a ser unos reservas de premio internacional es el correcto. ¡Ja, ja! Abrazos amigos beduinos