Here comes the sun #Invierno

Contra la sierra de fondo y en algún apartado recoveco de ella Mikelow detuvo el automóvil y ya afuera tuvo el tiempo justo para mirar al cielo. Pronto se cernirían las lluvias aunque ahora esto le daba lo mismo. Lo importante era sentir aquel calorcillo que rebotaba en la piel.

Y pensó que lo mejor de no estar muerto era que aún podría fumarse un pedazo de vida. Y suspiró.

Mientas, en el maletero  del vehículo alguien golpeaba, estaba maniatado y amordazado. Mikelow se acordó de él, por supuesto, había que entregar cuantos antes aquel paquete a su cliente. Aquello era simplemente trabajo, pero no podía quitarse de la mente que su corazón latía y precisamente ella se encontraba demasiado lejos en aquel instante.

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