>Last Great American Whale

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La lechuza os propone una nueva entrada de mi adorado Lou Reed, procedente de N.Y.,que por cierto no me ha sido posible encontrar esta vez en youtube. Aquí está la letra original y mi propuesta. No va de casualidad este comentario, más bien al hilo (hilado) de las presidenciales, y quien sabe también algo se rasque de las nuestras. Y que os guste.

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Dicen que nunca tuvo enemigos
que era una grandeza a conservar.
Fue la última superviviente de su progenie
la última de este lado del planeta.

Medía media milla de morro a rabo
plata y azabache con poderosas aletas.
Dicen que podía partir una montaña en dos
así fue como nos llegó el Gran Cañón.

Dicen haberla visto en los Grandes Lagos
Otros también dicen que estuvo por la costa de Florida
mi madre dijo haberla visto en Chinatown
aunque tú nunca debes creerla todo.

En Carolina el sol brilla con fuerza durante el día
y el faro tintinea fantasmagórico de noche.
El jefe de la tribu asesinó al hijo del alcalde,
un jodido racista,
y fue sentenciado a muerte en 1958.

Claro que el chaval del alcalde era todo un cerdo
escupía a los indios y cosas mucho peores
por eso el viejo chamán hundió un hacha en la cabeza
su vida comparada con la muerte era apenas nada.

Los hermanos se reunieron junto al faro
a cantar, a conjurar un vendaval o una tormenta.
El puerto se resquebrajó y
la Gran Ballena brincó fuera del océano con ímpetu,
causando un enorme maremoto
una gigantesca ola que derrumbó la cárcel y liberó al jefe.

La tribu rugía su triunfo
los blancos se ahogaron, y los marroncitos y rojos al fin fueron libres,
aunque la desgracia finalmente llegó:

Algún miembro local del NRA (Nacional Rifle of America)
tomó su bazoka del armario del comedor
y pensando que podía hacer puntería sobre los indios
voló los sesos de la ballena
con su arpón metálico.

Joder, a los americanos nos les preocupan
las cosas, y menos aún la tierra y los mares,
la vida animal no les interesa para nada
menos aún la del propio ser humano.

A los americanos no les preocupa demasiado la belleza,
se cagarían en los ríos,
hasta arrojarían el ácido de sus baterías a un manantial,
pero miran las ratas muertas flotando en la playa
y les jode si entonces no pueden bañarse.

Dicen que las cosas están hechas para la mayoría
nadie cree la mitad de lo que ves,
y nada de lo que tú escuchas,
Es como mi amigo y pintor, Donald, me contara:
“Pincha con un tenedor en su culo,
dales la vuelta y

ya, estarán hechos”
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