>El cuento decía así:
“Esta pasada semana ha sido dramática por motivos personales. A estas horas, Raquel dormita en una cama de Hospital. Quisiera acunar su duermevela y con mi vocecita, acurrucar su corazón dolorido. Por eso escribí mis versos…
Ya sabrás porque
el lobo no existe, y
la comadreja tiene dientes afilados, y
mi vida,
pienso enviarte la Luna.
Cuando pares y escuches las cornejas
tendrás dieciséis razones para permanecer
viva.
Otras tantas te daré más
si cierras los ojos y
me besas.”
>Un abrazo enorme para los dos. Raquel, que tu cuerpo vuelva pronto a llenarse de vida de un modo u otro.
>me gusta eso de ‘enviarte la Luna’
>Me imagino lo que habrá sucedido por tu comentario. Lo siento muchísimo. Un beso muy fuerte a Raquel. Imagino que leyendo cosas tan hermosas le resultará más sencillo recomenzar. Pero la realidad y la vida siempre está por encima de la literatura y el mejor texto eres tú mismo. Un fuerte abrazo Felix.
>Enseña a Raquel desde la ventana del hospital una nube con forma de esperanza, una puesta de sol en pleno dia, un arco iris sin lluvia, una jardin lejano.Un saludo.
>A una pérdida le puede seguir un proyecto vital aún mayor, con más fiereza en sus cimientos. Ahí va una bocanada de aliento, ya os está llegando.