There is no rest for the wicked #Cuandosecumplenlos40

There is no rest for the wicked,

Mostly when it’s close to your 40’s

Mostly if you have lost nearly all you hair from your body

Maybe’cause you felt many times as a fallen blossom.

 

Ain’t no rest for the wicked,

The soul said to me, it was hanging around and yelling

Moving Far West

As a mate attached to destiny.

 

There won’t be a rest for the wicked,

The old lady cramped

But it remains loose

Don’t bother you look for

The sidewalk still will be clear.

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El lobo feroz que soñaba #cuandosecumplenlos40

Vale, el lobo era feroz… aunque realmente lo fuese un poquito, y en suma fundamentalmente en horas de trabajo. No era para nada personal su cacería, decía a la cabrita al devorarla,  aunque no significaba por esto que fuera engullida accidentalmente. Era sobretodo pose. Porque era de profesión lobo, un verdadero profesional del sector, como otros lo serán de mulas apaleadas o haya hasta algún pirata que se dedique a robar tesoros para esconderlos por islas paradisiacas.

Vale, era lobo, en la oficina se cepillaba a las ovejas, y luego a las 19:00 apagaba su móvil.

Vale, era lobo… pero lobo de salón, apelmazado al teclado, con una argolla que ataba su corazón a la nada.

Vale, era lobo de corral, de oficio asustar a las gallinas encontradizas.

Vale, era lobo y macho beta, los testículos entre los dientes, arrendada la brutalidad por jornadas.

Vale, era lobo y aparcaba los sueños junto al despeñadero del sureste.

Vale, era lobo y bebía tisana y plisaba manuales para ser lobo grande.

Vale, era lobo de pelo gris y luna decoraba.

Vale, era lobo con el aullido haciendo juego al viento.

Vale, era lobo y  muchos dirían que pudiera ser hasta lobo feroz, sino fuera porque todavía soñaba. Porque era salvaje como lo es la lluvia de abril, como lo son las noches ardientes de Julio, como lo son las mesetas que se dibujan detrás del sotobosque y que nunca nos imaginamos.

Vale, el lobo feroz que soñaba…

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“Sir” Lancelot armado

Luego que se hizo mayor creyó que había dejado de soñar.

Amanecía. El AVE iba tan rápido, y el horizonte era tan rojo, rasgado, como si la madrugada se hubiera devorado a sí misma y la sangre se desgranara en jirones. Era la luna que se descolgaba tan asesina, pensaba al verla a través del vidrio de la ventana,  eran la ristra interminable de “blocachos” de ladrillo que yacían plantados y lanzaban sus puñales al abismo. Era la tierra que olía a tierra. Era Madrid. Era un rugido sin voz.

Las cosas pasan porque tienen que ser así. Este es un proceso indomable. Pero J. era un adulto que seguía siendo niño y justamente era esto lo que le haría invencible. Su cabeza era un cuento de hadas. La imaginación y la sonrisa por espada. Pensó que tenía mellada su vida, casi a punto de abandonar. Estuvo a punto de dejarlo todo, perderse, arruinarse, desvencijarse. Pero no fue así, porque en el sin-vivir fue que llegó la luz y la espada y con ella un calor tan fuerte pero tan intenso, un ardor que le sobrevino de su interior, y fue que su corazón se subdividió en dos: La aurícula señaló al norte y el ventrículo al sur. Unos tienen infartos y otros retornan de la muerte y tienen historias que contar.

“Sir” Lancelot armado, caballero de la triste figura. Niño por dentro, adulto por fuera y el mundo por montera y todo lo que haga falta.  

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De revolutionibus #Copernicoylasestrellas #PORSIACASOTEATRO

Del movimiento o de la revolución,del cambio y de lo que se transforma,  de lo que se mueve: así son las ideas. Es Copérnico. Es la ciencia, el río y sus aguas que agitan las aspas del molino, que muelen el cereal y el trigo y nos dan así el pan que alimentan. Y también son las estrellas, y es donde todos miraban y creían a pies juntillas las teorías de Tolomeo, que Copérnico cambió el sentido y el movimiento de los astros. El sol quedó en el centro. La puerta abierta del humanismo y del hombre moderno.

Gracias a Giorgio Celli y gracias a su obra teatral “Copérnico y las Estrellas”. Pero sobre todo gracias a PORSIACASOTEATRO, gracias a sus actores Juanjo y gracias a Esperanza de la Encarnación.Un teatro de estudio, íntimo, audaz, que te asombra, que te construye puentes. El gran teatro que casi puedes tocar las manos.

Este próximo viernes, 28, a las 21 horas en la sede del GRUPO ZASCANDIL, calle Discóbolo 33, Madrid (Metro Torre Arias). La última oportunidad (por el momento)… un ocio de calidad, teatro, tertulia y cervezas de verano.

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Jesús y Gandhi #noviolencia #FHR

Era de mirada tan humilde que se habría dejado partir el corazón por los adversarios sin oponer resistencia. No era una impostura. No era falta de asertividad. No era éste un afán “masoca” por adquirir protagonismo. No era un ser dominado por interés torticero alguno, por llevarse el gato al agua. Escuchaba, escuchaba, asentía y blandía una comprensión infinita, una paciencia de caimán, la vejez del loro que verá derrumbarse el cuerpo del amo que lo encadena, la insistencia de la tortuga por retornar a las mismas playas y dejar huevos fértiles.
-¿En qué se parecen Jesús y Gandhi?
Era su acertijo para nuestro encuentro. Jonás le sonrió. Abrió la bocaza, dejó resbalar cuatro frases absurdas, luego se dio por vencido. Bostezó. Por entonces éramos tres: FHR, Jonás y un servidor. Un trío calavera, un grupo conspirador, una célula durmiente de no-se-sabe-que-activismo-no-violento, aunque fundamentalmente él lo era todo de todo, puesto que Jonás y yo acompañábamos sus reflexiones como lo hacen los ceros a la izquierda de una cifra imaginaría. Tosí y dije cualquier chorrada, ya que era mi turno.
Él me sonrío, y dejó que me explayara a gusto, que extendiera mi argumentación “a piacere”, la matizase, la adornara, la construyese hasta dejarla hermosa e irrebatible. Jonás se atusó la calva, en sus ojillos arrastraba un encaje de burla.
Finalmente respiré bien hondo y comprendí la trampa. Fue que dije:
-Joder, ni puta idea…
Todos los reímos. FHR se recostó sobre nosotros, enarcó las cejas, para que por fin en un hilo de voz firme nos desvelara:
-Ambos usaron la misma estrategia: primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas.

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FHR #noviolencia

Imagino que sus iniciales no les sonarán y son para el público referentes de un completo desconocido. Pero a mí sí, ya que coinciden accidentalmente con las de mi nombre: FHR. Pero se quedará tan solo en eso, pocas similitudes más existen con las coordenadas de mi vida y no las busquen ni las pretendan, aunque gracias a esta feliz coincidencia tuve el primer conocimiento de su existencia. Me he resistido a hablar de él hasta este momento, y bien que me ha pesado en mi ánimo y espíritu. He vivido obsesionado estos últimos años con sus andanzas, sus devaneos y aventuras. Cabe la sorpresa de ver como alguien como FHR haya permanecido ajeno al runrún de la opinión pública. Pero ahora tengo la explicación: es un líder hecho de otra pasta.
Sus andanzas han llenado plazas, han llenado polideportivos, han convocados marchas en las geografías del país, aunque nada, absolutamente nada de ello ha permeado en los medios de comunicación, sea cual fuere su cobertura o formato, lo mismo da. Resulta incomprensible, y seguramente frustrante, y sin embargo, nadie sabe por qué, FHR insiste una y otra vez en su voz. Gurú, Mesías o seguramente, loco, sus palabras viajan por el aire y si todos hablan de ellas, lo hacen siempre en cenáculos o contubernios privados. Están ahí sin figurar, sin resplandecer.
Son como el viento, y tal vez, como la nieve que si bien cubre y pinta las cumbres de resplandor blanco, llegado el deshielo desaparece, pero se infiltran entre las rocas y rellenan los acuíferos o resbalan por los arroyos hasta las grandes cuencas.
Quiero hablar ahora de las grandes palabras de FHR, y estas palabras nos hablan de la no violencia que transformará nuestras vidas.

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March on Washington for Jobs and Freedom #Nowitisthetime

Era Agosto de 1963, era casi finales de verano. En las fotografías vemos cientos de miles de personas que se dan la mano y avanzan en Washsington.  Vemos negros, pero también blancos. Vemos la figura de Lincoln custodiando el Congreso. El gran hombre alzó entonces la voz para afirmar a la multitud:

-NOW IT IS THE TIME…

Se leían en muchos carteles las consignas que decían: FOR JOBS & FREEDOM. Todos escuchaban y todos protestaban. Luego, Joan Baez cantó “WE SHALL OVERCOME”.

Martin Luther King tenía un sueño: las cosas cambian y lo hacen siempre DOWN-TOP, porque muchos son grano que construyen granero. Algunos dirán que tan solo son palabras, pero son palabras que cambian leyes injustas y son leyes que señalan al poderoso, para que sepa nuestra determinación:

-It would be fatal for the nation to overlook the urgency of the moment and to underestimate the determination of the Negro…

…I have a dream that one day this nation will rise up and live out the true meaning of its creed: “We hold these truths to be self-evident: that all men are created equal.”

 

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En 1521, en Abril para más señas… #Villalarcomunero

Abracadabra y Castilla se hizo comunera. Fue en 1521, en abril para más señas…  Los castellanos, hombres esforzados y pueblo de horizonte llano, nos pintamos de morado la cara y nos levantamos contra el poder establecido.

Nuestra fiesta es la celebración de una revolución romántica y la pugna de una región que fue motor económico de la Europa renacentista y que se lanzó a descubrir el Nuevo Mundo por la fuerza bruta. Y fue la lucha de una burguesía que se negaba a subyugarse al extranjero, al alemán, al Hasburgo.

Perdimos, y de aquella pérdida y naufragio nació un imperio cuyo sol no habría de ponerse en más de una centuria. Fuimos embarcados en una guerra absurda en pos de una religión que drenó nuestras riquezas y que se llevó (a la tumba) a los mejores. Una guerra  que a la postre nos abdujo del Humanismo y de las nuevas corrientes de pensamiento que dieron lugar al siglo de la luces y a la revolución industrial.

No soy regionalista y para nada creo en el nacionalismo. Estas corrientes son un timo, un tocomocho para mantener nuestras mentes ocupadas. Creo en las raíces culturales de los pueblos. Y dice el himno comunero que “desde entonces ya Castilla no se ha vuelto a levantar,…, siempre añorando una Junta o esperando un capitán”.

Ahora veo un país donde los mejores se van: es ese no saber levantarse, esa doblez de la cerviz en el futuro, ese ansia gastada, esa tradicionalidad desganada del castellano (que inventen ellos), esa despoblación, y en suma, esa falta de emprendimiento que nos ahoga.

Castilla se duerme y se muere y es irrelevante para muchos otros, puesto que los tambores asiáticos y sus dragones devoran atrozmente. Los campos de Castilla ya no bastan por sí mismos, tampoco los rebaños de ovejas. Porque el futuro está en manos de nuestros hijos. Y es tiempo de alimentarlos con el gusto de las grandes ideas, darles piernas y una cabeza para que puedan soñar mucho y con ambición.

Si en 1521 en Villalar se ajusticiara a quienes justicia pidiera, hoy Castilla necesita de un  Canto de Esperanza. Son palabras hueras cuando la injusticia (el desempleo) acampa en nuestras vidas y está arruinando a toda una generación, cuando los mercados financieros dictan que el rico ha de serlo todavía más a fuerza de ser más desgraciado el pobre.

Por eso, por un día, me siento un poco comunero y me pinto de morado y grito: ¡Qué viva Castilla libre! ¡Qué mueran los ejércitos del opresor-tirano!

 

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El hartazgo del “ciudadano” Pinocho en #Europa

Pepito Grillo es la conciencia de Pinocho. Pinocho era un muñeco de madera que quería ser un niño de carne y hueso. Pero para poder serlo tendría que demostrar, entre otras cosas,  el honor, la verdad y la virtud. Valores, que dicho sea, no prodigan ahora en nuestra sociedad europea.

La historia olvidó incidir que Geppetto no supo cuidar lo suficiente de Pinocho (no vale con tallar un pedazo de madera y ya está todo) y por eso no hacía sino dejarse arrastrar por las invitaciones de Zorro y de Gato, entre otros. Iba de una desventura a otra, perdiendo su tiempo, faltando una y otra vez a estos principios básicos que lo convertirían en un humano.

Tan solo cuando se produce el sacrificio último (el hartazgo) la conciencia de Pinocho se reencamina, si bien este es un momento excesivamente trágico del cuento ya que el muñeco perece al intentar salvar a su padre del estómago del gran pez. Subrayo la ironía: el débil y ciudadano Pinocho se inmola por el padre que, según se dice, iba en rescate del Pinocho. Pura farsa y apariencia.

Me cuesta creer qué habría sucedido de no haber estado allí este Pepito Grillo salvaguardando la conciencia de Pinocho. En las primeras versiones del cuento, su autor Collodi, cuelga a Pinocho de un árbol por sus faltas y así termina todo.

Veremos qué sucede ahora en nuestra sociedad. Otra vez, la hora europea que nos llama.

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Solo soy un peregrino #Benedictoxvi y #Stephanehessel

Llegados de galaxias disjuntas, Benedicto XVI y Stephane Hessel tienen en común justamente esto, uno lo explicitó, el otro se nos fue y quizás no lo llegara a decir con estas palabras, pero su biografía habla de entrega a los valores, la perseverancia y la lucha no violenta (comprometeos). Por eso dijeron, “solo soy un peregrino”.

La lechuza a veces otea en el horizonte y ve apagarse enormes astros. Ayer fui testigo de la puerta de Castel Gandolfo cerrándose. No he visto la tumba de Stephane Hessel, aunque la imagino: En blanco marmolino (por lo de Papal) se leerá “Resistir es crear; crear es resistir”.

Hoy el mundo es más chiquito. El bocado que lo hace menguar deberá ser relleno. Nos debemos a nosotros esa pequeña miguita, y que sumada nos crezca.

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