>Rompo mi silencio con esta breve reseña.
Me pidió un antiguo compañero y ahora profesor de la Universidad de Valladolid que escribiera unas líneas sobre mi experiencia y rumbo profesional en su blog de “Telecos por el mundo”.
Allí él intenta ayudar a sus alumnos, aquellos que comienzan su andadura de estudios y necesitan ver alguna luz al final del camino.
Recuerdo mis primeros días en la Uni. En la Facultad de Ciencias (allí tuvimos las primeras clases). Hace ya su tiempo. Los techos altos, las clases con escaños. Las pizarras de tiza. Sé que han cambiado muchas cosas desde entonces. El temario ni se le parece.También los laboratorios son otro mundo.
El ingeniero, pegado a la tecnología, ajeno al tran-trán de la vida es un animal extinto. Porque las grandes transformaciones nacen cuando tienen un sentido práctico, sencillo y real. Me alegro mucho de haber dado este paso, y mi mente se configura con muchos de los paradigmas o modelos o estructuras (como lo queráis llamar) que aprendí allí.
¡Larga vida al ingeniero!